viernes, 30 de octubre de 2009

River recuperó la memoria

El Millonario volvió al triunfo en el Apertura justo en un estadio donde todavía no había ganado.


En el día en el que se conmemoró el 23er aniversario de la primera conquista de América, River Plate le ganó por 2 a 1 a Argentinos Juniors por la undécima fecha del torneo Apertura 2009. El encuentro se disputó en el estadio Diego Armando Maradona, donde River ganó por primera vez. Anteriormente, había disputado cinco partidos (2 empates y tres derrotas).


Los goles los marcaron Diego Buonanotte a los 29 del primer tiempo; en la segunda parte, aumentó Mauro Rosales a los 34´ y, en tiempo cumplido, Néstor Ortigoza descontó de penal para los Bichos de la Paternal.

Imagen: Infobae

Argentinos tomó la iniciativa en el comienzo de partido y al minuto de juego, Ismael Sosa remató desde afuera del área y el disparo dio en el travesaño. Durante los 15 minutos iniciales, River esperaba en la zona defensiva mientras su rival manajaba el balón. A partir de allí, el Millonario se adelantó y logró llegar con peligro al área rival. Primero, lo tuvo Ariel Ortega que no estuvo fino en la definición y disparó por encima del arquero Sebastián Torrico. Pero, si lo estuvo para asistir al Enano, luego, de que estos dos jugadores se juntaran para así poner en ventaja a los de Núñez. La Banda Roja continuó perdonándole la vida a su rival: primero, lo tuvo Paulo Ferrari que remató de zurda luego de una buena jugada por la banda izquierda en la que participaron los mediocampistas millonarios y otra vez, el Burrito que falló otro mano a mano.


A pesar de la desventaja, Argentinos no lograba despertar ya que Ortigoza y Juan Mercier, sus cerebros, eran bien controlados en la mitad de la cancha por Nicolás Domingo, Matías Abelairas y Diego Barrado. En tanto que, los delanteros Gabriel Hauche y Sosa no pudieron generar espacios por lo que, los mediocampistas debieron asistirlos a través de centros.


En la segunda parte, los de la Paternal salieron a empatar el partido pero sin ideas. En tanto, River apostó a alguna contra para liquidar el encuentro. Además, el Bicho tuvo en cada remate a Daniel Vega que evitó el empate parcial. Luego del reemplazo de Cristian Fabbiani (que tuvo que salir por Mauro Díaz, a causa de un corte en el pómulo), en los últimos minutos ingresó Rosales por Ortega para renovar el ataque Millonario. El ex NOB, liquidaría el partido luego de que Domingo recupere el balón y le dé la pelota a Díaz para que asista a Rosales. A partir del segundo tanto se vería lo mejor de Argentinos: el ex Vélez Sársfield, Coria, tendría dos claras a través de un remate y un cabezazo que despejó Vega. Los fantasmas del 2-0 a favor parecían merodear el estadio. En el último minuto, Matías Almeyda tocó la pelota con la mano y el arbitro, Federico Beligoy, cobró penal que Ortigoza transformó en gol.


River tuvo que sufrir para cerrar una victoria que acabaría con las malas rachas: aguantó un 2-0 a favor; ganó después de casi 9 meses como visitante por torneo local; cosechó su segundo triunfo en el Apertura (no ganaba desde la segunda) y venció por primera vez a Argentinos en el DAM, su nuevo estadio. Una noche redonda.





Matías Caruso

domingo, 25 de octubre de 2009

Superclásico: empate con sabor a poco

El Millonario no pudo en el Superclásico, a pesar de haberse puesto en ventaja. De esta manera, acumula ocho encuentros sin victorias.


River Plate empató ante Boca Juniors 1 a 1 en el encuentro disputado en el Antonio Vespucio Liberti por la décima fecha del Torneo Apertura. El Millonario se puso en ventaja a los 29 minutos del primer tiempo, luego de que Marcelo Gallardo convirtiera de tiro libre. En tanto que, Martín Palermo igualó a los 19 minutos de la segunda parte.


Por otra parte, ambos equipos se quedaron con 10 jugadores debido a las expulsiones de Cristian Villagra al minuto de los segundos 45 minutos. Cuatro minutos más tarde, vio la roja el ex River, Julio César Cáceres por un manotazo a Ariel Ortega.


El encuentro comenzó con lo que sería una constante a lo largo de los 90 minutos: Boca con la tenencia del balón. Pero apenas a los 8 minutos de juego, Diego Buonanotte logró quebrar la última línea xeneize logrando asistir a Nicolás Domingo. El volante defensivo avanzó y ante la duda de Roberto Abbondanzieri para achicarle el arco, definió cruzado y su remate se fue apenas cerca del palo. Luego, Matías Abelairas remató desde 30 metros y su tiro se fue cerca del travesaño.

Imagen: Clarín.com


La primera llegada de Boca, fue gracias a un disparo de Ariel Rosada que se fue cerca del palo tras un rechazo hacia el medio del arquero Daniel Vega.


A los 25 minutos, tras un buen pase del Burrito, el Enano es derribado por el paraguayo Cáceres en el área, luego de llevarse el balón con la mano. Ortega se encargó del tiro desde los doce pasos pero el Pato detuvo el remate que fue hacia su izquierda.


No obstante, lo que podría haber sido un quiebre en no lo fue y cuatro minutos más tarde, el Muñeco logró convertir de tiro libre tras una excelente ejecución. Antes del final, Abelairas desperdició la oportunidad de aumentar el marcador después de un buen avance por el sector izquierdo de River, el Pitu remató con poco ángulo y Abbondanzieri rechazó al corner. Así finalizarían los primeros 45 minutos, con un River que contó con las mejores oportunidades de gol y con Boca que si bien tuvo la posesión del balón, no logró profundidad ya que sus volantes manejaban la pelota con imprecisión.


En la segunda parte, con el ingreso de Gary Medel por Hugo Ibarra, el club de la ribera intentaría torcer el rumbo. Luego de las expulsiones de Villagra y de Cáceres, creció Nicolás Gaitán que aprovechó el hueco por la banda izquierda que había dejado Villagra y comenzó a llegar con el peligro que Boca no tuvo en el primer tiempo. Antes de los quince minutos, Federico Insúa y Juan Román Riquelme se encontraron con las manos del arquero riverplatense. Pero en un avance por derecha iniciado por Gaitán, llegó el empate de Boca, luego de que el jugador tire un centro y Riquelme le deje la pelota a Palermo para que, con un puntinazo, iguale el marcador.


River había perdido el juego ofensivo del primer tiempo. Los cambios de Cristian Fabián por el jujeño y de Mauro Díaz (a falta de cinco minutos para terminar el partido) por el Enano pudieron darle más potencia en el ataque. Apenas contó con un remate de Matías Almeyda que detuvo el arquero de Boca y un disparo en el palo de Abelairas, luego de que Buonanotte lo dejara cara a cara con Abbondanzieri que, otra vez, tardó en achicar.


El arbitro Saúl Laverni no tuvo una buena tarde puesto que, le dio libertad al volante defensivo Rosada para que cometiera faltas cuantas veces quiera (no fue amonestado). En la jugada del penal, debió haber cobrado mano de Buonanotte. Pero, luego de que la falta se ejecutara y de que el arquero de Boca detuviese el disparo de Ortega, no cobró el adelantamiento del mismo y la invasión de zona.


Con la finalización del 185º enfrentamiento entre River y Boca, el equipo de la ribera mantiene la ventaja de seis ante los Millonarios y no cae en el Monumental desde hace dos años.





Matías Caruso

viernes, 23 de octubre de 2009

La política sucia

River Plate no es una institución que se diferencie de lo que, se vive en la Argentina. Muchos de esos momentos fueron repasados hace unos meses en este blog.


No se puede dejar de lado la política. Por lo menos, en las últimas elecciones legislativas de junio de este año, los políticos, en general, llevaron a cabo una campaña sucia que carecía de proyectos serios y se basaba en desprestigiar a los candidatos rivales. Por supuesto, en el club de Núñez esto no es una excepción. Ya que un claro ejemplo, se observó el pasado miércoles en el programa La tarde en C5N. En dicho programa, discutieron Esteba Caselli, senador italiano y padre de Antonio Caselli (candidato a presidente de River), y Carlos Ávila, que posiblemente sea el vicepresidente de Rodolfo D´Onofrio (también candidato a presidente del club). Luego del inconveniente surge un interrogante: ¿los candidatos saben realmente cuál es la situación por la que atraviesa River?


Evidentemente, no ya que por lo visto pierden el tiempo en pasarse factura por viejos favores o acusarse de haber hecho tal cosa por lo que, adoptan una posición que los periodistas decidieron tomar para responder a intereses.


A falta de 43 días para las elecciones, el club Millonario necesita candidatos con proyectos serios para cambiarle el futuro a la institución y que, obviamente, los socios concurran a las mismas y voten a conciencia.

Matías Caruso

martes, 20 de octubre de 2009

El León de Núñez

Desde su regreso a River Plate, Matías Jesús Almeyda demostró por qué es ídolo del club y su amor hacia él.

En el empate del domingo ante Huracán por la novena fecha del Torneo Apertura, el León tuvo que cubrir el lugar que dejó el juvenil Maximiliano Coronel en la zaga central. Una posición en la que jamás le tocó jugar pero que, gracias a su experiencia, le dio un poco más de seguridad que la que tenía en los partidos anteriores. Lo que es una muestra de que con decisión y aportando un granito de arena, la situación puede mejorar. Además, demostró que no le pesan las responsabilidades puesto que, fue un desafío jugar como central porque anteriormente no lo había hecho y tuvo que dejar su puesto habitual de volante central.
Imagen: Somos River Plate
Él sabe el significado de jugar con el Manto Sagrado cada fin de semana ya que surgió del semillero del club por lo que, no es casualidad que sea la figura de River en lo que va del semestre.

A pesar de haber estado cuatro años inactivo y de sus 35 años, Almeyda deja cada domingo la vida para que River salga del mal momento y recupere de una buena vez la memoria. También, sería muy positivo que sus compañeros se contagien de sus ganas para poder revertir esta situación.

Para los hinchas riverplatenses, es importante que ídolos como él regresen a jugar para hacerle frente a la crisis y cambiar la imagen. Ojalá que el León de Núñez siga rugiendo con más fuerza por mucho tiempo.

Matías Caruso

martes, 13 de octubre de 2009

Cartón lleno

Con la derrota después de 13 años ante Indepndiente, la era Aguilar finalizará llena de frustaciones.


Ayer por la tarde, River Plate perdió ante Independiente de Avellaneda por 3 a 1 en el estadio Antonio Vespucio Liberti. De esta manera, el Rojo le puso fin a los 13 años sin victorias como visitante ante los Millonarios. Por lo que, la era de José María Aguilar como el presidente del club de Núñez finalizará con el cartón lleno, completo de fracasos y humillaciones.


Si bien, los fracasos son deportivos, el principal responsable de la actual crisis riverplatense es el presidente de la institución, puesto que, es el máximo responsable a la hora de cerrar las contrataciones de directores técnicos y jugadores.


Para completar el cartón y poder cantar Bingo, tuvieron que salir 15 números del bolillero. A continuación, el listado de los números:


El primer número fue el 10, que representa la cantidad de veces que River sufrió goleadas ante diferentes equipos: 5 a 0 (2002) y 4 a 1 (2005) ante Banfield; 4 a 0 ante el Gremio de Porta Alegre (8vos de la Libertadores 2002); 4 a 1, por los 4tos de final ante el América de Cali (Libertadores 2003); 4 a 1, en el sur ante Lanús (2006); 4 a 0 ante Olimpo y 4 a 1 ante Tigre en el Apertura 2007, torneo en el cual esos dos equipos regresaban a la Primer División; 4 a 1 ante Nacional de Paraguay (Libertadores 2009)4 a 0 ante Huracán y 5 a 1 ante San Lorenzo en el Clausura 2009.


El 56, que representa la caída que sufrió el plantel millonario con el transcurso de los años. La cual se hizo más visible con la segunda gestión del presidente, a partir de las ventas de los mejores jugadores (surgidos de las inferiores) y las contrataciones de jugadores que demostraron que el Manto Sagrado no es para cualquiera (cumpliendo así, con la premisa enunciada por el ex presidente millonario, Antonio Vespucio Liberti: "No podemos comprar jugadores baratos porque somos como el teatro Colon: no canta cualquiera”).


Luego, el número 4 fue el tercer número en ser tachado del cartón. En este caso, tiene que ver con las humillantes eliminaciones de las Libertadores 2003, perdiendo de visitante ante el América de Cali por 4 a 1, por los 4tos de final, en un encuentro que terminaría en escándalo; en 2007 ante el Caracas de Venezuela, en la fase de grupos; en 2008, luego de ir ganando por 2 a 0 ante San Lorenzo de Almagro por los 8vos de final, con dos jugadores de más y jugando como local y en este año, nuevamente, la eliminación en la fase de grupos.


El 13, por los años que llevaba Independiente sin ganar ante River en el Monumental. Con la victoria de ayer, la racha se cortó.


El 48 (muerto que habla) fue el quinto número en ser tachado. Es increíble como en 8 años, los equipos denominados chicos le perdieron el respeto a un club con tan rica historia. Esto le sucedió a River que, cada vez que se enfrenta a rivales que a priori son menores, se agrandan y le hacen frente. Ejemplos sobran: derrota en la final de la Copa Sudamericana (2003) ante Cienciano de Perú, eliminaciones en el mismo certamen, ante Arsenal de Sarandí en las ediciones del 2004 (Primera fase) y 2007 (Semifinales) y las ya mencionadas eliminaciones de la Libertadores 2007 y 2009.


El 20, corresponde al primer casillero de la segunda línea. Es la posición que ocupó el equipo en el Torneo Apertura 2009. Además, fue la primera vez que River finalizó último.

Imagen: Matías Caruso

El 1 (agua), tiene que ver con lo que hace la defensa riverplatense partido a partido y desde hace ya, varios años.


El 6, que hace referencia a la cantidad de directores técnicos que contrató el actual presidente. En ninguno de esos casos, hubo un proyecto serio a largo plazo.


En la primera línea apareció el muerto que habla. No obstante, el noveno casillero es del número 47 (muerto). Otras de las características de este River, fue la de resucitar a equipos que estaban muertos. Sin dudas, un acto más que generoso para con el prójimo. Por ejemplo, al no saber cerrar un partido.


La segunda línea, es completada por el número 0, es decir, los huevos que le faltan, sobre todo, a este plantel para revertir la imagen que deja el equipo cada encuentro.


José María, feliz, intenta llenar la tercera línea para poder cantar bingo. De apoco, se le irá cumpliendo su deseo.


El primero de los cinco restantes, es el número 16, que hace referencia a la misma cantidad de participaciones en competencias internacionales, en las que el club participó durante sus dos gestiones. Sin la obtención de ningún título, River apenas pudo alcanzar la final de la Sudamericana 2003 y las semifinales de Libertadores en 2004 y 2005.


Luego, el 8 no tardaría en aparecer. Este número, representa los meses que el equipo de Núñez no gana como visitante por torneos locales (13 partidos). La última vez, fue el 14/02 ante Rosario Central.


El antepenúltimo, es el 7. Corresponde a las ventas de los porcentajes de esa cantidad de jugadores a un grupo empresario, con el objetivo de cerrar el balance con números positivos.


El 58 (ahogado), dejaba a Aguilar a un paso del triunfo. No caben dudas de que, con la derrota de ayer, River se ahoga en el mar de los promedios por lo que, tiene un futuro más que complicado.


Por último, con el 44, Aguilar pudo cantar bingo. El significado del mismo es la cárcel, un dato que el presidente dejó pasar. Tal vez, ese sea el lugar a donde debería ir a parar (junto a todos sus cómplices) el día en que en este país actúe la justicia.


El juego terminó ya que el cartón se llenó. No sólo los casilleros que lo conforman fueron tachados sino que el Manto Sagrado, quedó totalmente manchado de humillaciones. En diciembre, los socios tendrán la oportunidad de limpiarlo para que vuelva a brillar como lo merece.


Matías Caruso

martes, 6 de octubre de 2009

La hora de cambiar el rumbo

En estos ocho años de gestión, ningún técnico de River pudo dejar su cargo e irse por la puesta grande. ¿Mal ojo de Aguilar a la hora de seleccionar los entrenadores?


Luego de la renuncia de Néstor Gorosito, los dirigentes intentan cerrar la contratación de Leonardo Astrada como el próximo director técnico de River Plate. Sin tener en cuenta los interinatos, pasaron siete entrenadores desde que José María Aguilar asumiera en el 2001.


Ninguno de ellos pudo estar tres o más años sentados en el banco millonario y excepto Ramón Díaz (que no fue elegido por el presidente) y Astrada, los demás no le pudieron transimitir una idea de juego a sus dirigidos. Lo que deja en claro que no hubo proyectos a largo plazo.


Entrenadores durante la Primera Gestión (2001-05)


Ramón Ángel Díaz estuvo los primeros seis meses del primer mandato del actual presidente. Si bien no tuvo un buen desempeño en la Copa Libertadores del 2002 (quedó eliminado ante Gremio de Porto Alegre tras perder en el global por 4 a 0), conquistó el Torneo Clausura 2002 (cortando una racha de tres subcampeonatos seguidos) en el que se pudo ver un gran nivel de sus dirigidos como Fernando Cavenaghi (goleador de dicho certamen), Andrés D´Alessandro, Ricardo Rojas, Esteban Cambiasso, Martín Demichelis, Alejandro Domínguez, entre otros. Después de la finalización del campeonato, el presidente de River decidió no renovarle el contrato al técnico más ganador de la historia del club porque “era el momento para cambiar el rumbo”, según declaró.


El reemplazante elegido fue Manuel Pellegrini (además, se convirtió en el primer técnico elegido por Aguilar), el entrenador chileno que venía de obtener buenos resultados con San Lorenzo de Almagro. Si bien obtuvo el Clausura 2003 y llegó a la final de la Copa Sudamericana del mismo año (perdiendo ante Cienciano de Perú y que, además, es la última final internacional que disputó el club de Núñez), el equipo no jugó del mismo modo que con el riojano y muchas veces, sus dirigidos y él no pudieron encontrarle la vuelta a los partidos. El Ingeniero dejó su cargo luego de esa final.


Leonardo Astrada, quien se había retirado seis meses atrás, asumió en enero del 2004. Tuvo la difícil tarea de levantarles el ánimo a sus jugadores. En un primer semestre casi perfecto (campeón en el Clausura y semifinales de Copa Libertadores), le devolvió a River, el fútbol que lo caracterizó a lo largo de su historia. Además, durante su cargo, el Millonario le ganó seguido a su máximo rival, Boca Juniors, aunque sufrió una derrota importante en las semifinales de la Libertadores, que lo dejaría eliminado. Tras un segundo semestre flojo (tercero en el Apertura y eliminación en primera ronda de la Copa Sudamericana ante Arsenal de Sarandí), llegó a las semifinales de la Libertadores quedando eliminado ante San Pablo y clasificando agónicamente, al repechaje de la copa del próximo año. En esa competencia internacional, River volvió a mostrar un buen nivel pero Leo no supo levantar a su equipo ya que, se vio golpeado por el problema entre Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio. En el torneo siguiente, Astrada renunciaría en la cuarta fecha, después de perder ante Banfield.


Reinaldo Carlos Merlo fue el sucesor del Negro. Heredó un plantel que no eligió y no pudo conseguir ningún título. En el torneo local, tuvo un andar irregular, finalizando en la séptima posición y en la Sudamericana, quedó eliminado ante el Corinthians luego de que, el equipo Paulista igualara el encuentro en los minutos finales. Dicho certamen, se disputó con la novedad del gol de visitante que en ese encuentro sufrió River. A principios del 2006, Mostaza renunció a su cargo por diferencias con el plantel.


Imagen: Matías Caruso


Entrenadores durante la Segunda Gestión (2005-09)


Daniel Alberto Passarella fue el primer entrenador elegido por José María en su segunda gestión. Su cargo duró casi dos años (el que más se mantuvo en esta década). Contó con el regresó de Ariel Arnaldo Ortega y le dio lugar en el primer equipo a Juan Pablo Carrizo, Augusto Fernández y a Gonzalo Higuaín. También, en cuatro encuentros oficiales, se mantuvo invicto frente a Boca con dos partidos ganados y dos empatados. Sin embargo, no pudo conseguir ningún título dirigiendo al club de Banda sangre (su mejor torneo fue el Apertura 2006, en el que terminó tercero con 39 puntos) y volvió a quedar eliminado en primera ronda de la Libertadores tras catorce años. Se despidió al día siguiente de la eliminación en semifinales, ante Arsenal por la Sudamericana.


Luego de una salida conflictiva de Estudiantes de La Plata, Diego Pablo Simeone asumió en enero de 2008. El Cholo quebró la racha de cuatro años sin vueltas olímpicas y ganó el Clausura. Lo negativo en ese primer semestre, fue la eliminación ante el San Lorenzo de Ramón Díaz de la Libertadores, jugando como local cuando ganaba por dos a cero, con dos hombres de más pero Gonzalo Bergessio apareció en dos oportunidades para que los de Núñez se despidieran del certamen continental. En junio, comenzaría una debacle que, hasta hoy, parece no tener fin. Primero, Simeone decidió marginar del plantel al Burrito (figura importante de la obtención del Clausura). En segundo lugar, un pésimo torneo Apertura que a la larga, terminaría con el primer último puesto del club en su historia. Por último, en la Sudamericana, la eliminación ante Chivas de Guadalajara y otra vez el karma del 2 a 0 que clasificaba al Millonario pero después de dos fallas defensivas, los mexicanos empataron y pasaron de ronda. Por lo que, el ex capitán de la selección Argentina se vio obligado a renunciar. A lo largo de todo el 2008 (incluido el torneo que ganó), se vio un equipo desordenado, con pocas ideas y fútbol y que en varias ocasiones, dependió de la pegada de Matías Abelairas en cada pelota parada.


Por último, Néstor Gorosito se hizo cargo del primer equipo. Por segunda vez, durante la segunda gestión de Aguilar, el equipo quedó nuevamente eliminado en primera ronda del máximo certamen internacional que se disputa en América y con un andar irregular en el torneo local, River mostró poco en juego y actitud y muchos errores defensivos. El principal defecto de Pipo, fueron las malas decisiones que tomó para realizar cambios en el equipo como por ejemplo, hacer ingresar a Cristian Fabbiani por Daniel Villalba, en el partido ante Gimnasia y Esgrima La Plata, en el Millonario podía liquidar de contraataque gracias a la velocidad de sus atacantes pero con el ingreso del Ogro, perdió peso ofensivo. El último domingo dirigió su último partido, en la derrota por 2 a 1 ante San Lorenzo, extendiendo a doce la racha de partidos en la que River no gana como visitante.

Matías Caruso