El bajo nivel de sus leucocitos se manifiesta en las fallas que presenta el funcionamiento de su sistema inmunológico como se ha visto por ejemplo, en la goleada sufrida ante San Lorenzo de Almagro donde muchos microrganismos invadieron la débil defensa de la banda.
Uno de esos es la pelota parada muchas veces, provocada por faltas innecesarias cometidas por los jugadores riverplatenses cerca de su área. En cada una de esas jugadas, la defensa millonaria lo sufre como un golpe bajo ya que en el noventa por ciento de los casos la jugada termina como situación o gol a favor de los adversarios. Esto se debe a que logran anticiparse o ganan de cabeza gracias a que los defensores no despegan los pies del verde césped y/o porque pierden los rebotes.
Otro agente patógeno se observa en los contraataques que sufre el equipo de Núñez debido a que la defensa queda mal parada y sus laterales, Cristian Villagra y Paulo Ferrari no regresan luego de perder la pelota y además, no hay ningún jugador que los releve.
Por otro lado, la falta de concentración sobre todo, desde el arranque, se agrega al listado de bacterias que atacan a la defensa millonaria. Hasta ahora, en dos de los siete partidos disputados en el Torneo Clausura 2009, River comenzó perdiendo antes de los 2 minutos como sucediera el domingo pasado en la victoria como local ante San Martín de Tucumán.
Cada ataque rival parece tener un mismo denominador: el gol.
Por último, los defensores no toman correctamente sus marcas lo que facilita a los adversarios a llegar libres para definir mano a mano contra el arquero luego de por ejemplo, un pase profundo entre líneas o remates de larga distancia. Dicho error, se pudo ver en la primera fecha del Clausura, donde Colón de Santa Fe logró igualar en el final, mediante esa vía un encuentro que estaba perdido.
Hay que buscar el antídoto ya que, hasta el momento, los médicos Nicolás Sánchez, Gustavo Cabral y Facundo Quiroga con su Jefe, Néstor Raúl Gorosito no han podido encontrar el antídoto para recuperar sus defensas y fortalecer su sistema inmune. Aunque no quepa la menor duda que la medicación que necesita la defensa millonaria para levantar sus glóbulos blancos es una fuerte dosis de trabajo, haciendo demasiado hincapié en cada una de esas bacterias para combatirlas y al fin, obtener un resultado positivo en los análisis.
Matías Caruso
me gustó la entrada, bastante entretenida.
ResponderEliminarte invito a visitar mi blog: http://soyriver.blogspot.com/
Abrazo
Muy buena la nota, original el enfoque "médico". Sólo pondría atención a las oraciones demasiado largas, con muchas subordinadas.
ResponderEliminarTambién está buena la barra de videos en la esquina superior derecha, buen recurso.