martes, 6 de octubre de 2009

La hora de cambiar el rumbo

En estos ocho años de gestión, ningún técnico de River pudo dejar su cargo e irse por la puesta grande. ¿Mal ojo de Aguilar a la hora de seleccionar los entrenadores?


Luego de la renuncia de Néstor Gorosito, los dirigentes intentan cerrar la contratación de Leonardo Astrada como el próximo director técnico de River Plate. Sin tener en cuenta los interinatos, pasaron siete entrenadores desde que José María Aguilar asumiera en el 2001.


Ninguno de ellos pudo estar tres o más años sentados en el banco millonario y excepto Ramón Díaz (que no fue elegido por el presidente) y Astrada, los demás no le pudieron transimitir una idea de juego a sus dirigidos. Lo que deja en claro que no hubo proyectos a largo plazo.


Entrenadores durante la Primera Gestión (2001-05)


Ramón Ángel Díaz estuvo los primeros seis meses del primer mandato del actual presidente. Si bien no tuvo un buen desempeño en la Copa Libertadores del 2002 (quedó eliminado ante Gremio de Porto Alegre tras perder en el global por 4 a 0), conquistó el Torneo Clausura 2002 (cortando una racha de tres subcampeonatos seguidos) en el que se pudo ver un gran nivel de sus dirigidos como Fernando Cavenaghi (goleador de dicho certamen), Andrés D´Alessandro, Ricardo Rojas, Esteban Cambiasso, Martín Demichelis, Alejandro Domínguez, entre otros. Después de la finalización del campeonato, el presidente de River decidió no renovarle el contrato al técnico más ganador de la historia del club porque “era el momento para cambiar el rumbo”, según declaró.


El reemplazante elegido fue Manuel Pellegrini (además, se convirtió en el primer técnico elegido por Aguilar), el entrenador chileno que venía de obtener buenos resultados con San Lorenzo de Almagro. Si bien obtuvo el Clausura 2003 y llegó a la final de la Copa Sudamericana del mismo año (perdiendo ante Cienciano de Perú y que, además, es la última final internacional que disputó el club de Núñez), el equipo no jugó del mismo modo que con el riojano y muchas veces, sus dirigidos y él no pudieron encontrarle la vuelta a los partidos. El Ingeniero dejó su cargo luego de esa final.


Leonardo Astrada, quien se había retirado seis meses atrás, asumió en enero del 2004. Tuvo la difícil tarea de levantarles el ánimo a sus jugadores. En un primer semestre casi perfecto (campeón en el Clausura y semifinales de Copa Libertadores), le devolvió a River, el fútbol que lo caracterizó a lo largo de su historia. Además, durante su cargo, el Millonario le ganó seguido a su máximo rival, Boca Juniors, aunque sufrió una derrota importante en las semifinales de la Libertadores, que lo dejaría eliminado. Tras un segundo semestre flojo (tercero en el Apertura y eliminación en primera ronda de la Copa Sudamericana ante Arsenal de Sarandí), llegó a las semifinales de la Libertadores quedando eliminado ante San Pablo y clasificando agónicamente, al repechaje de la copa del próximo año. En esa competencia internacional, River volvió a mostrar un buen nivel pero Leo no supo levantar a su equipo ya que, se vio golpeado por el problema entre Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio. En el torneo siguiente, Astrada renunciaría en la cuarta fecha, después de perder ante Banfield.


Reinaldo Carlos Merlo fue el sucesor del Negro. Heredó un plantel que no eligió y no pudo conseguir ningún título. En el torneo local, tuvo un andar irregular, finalizando en la séptima posición y en la Sudamericana, quedó eliminado ante el Corinthians luego de que, el equipo Paulista igualara el encuentro en los minutos finales. Dicho certamen, se disputó con la novedad del gol de visitante que en ese encuentro sufrió River. A principios del 2006, Mostaza renunció a su cargo por diferencias con el plantel.


Imagen: Matías Caruso


Entrenadores durante la Segunda Gestión (2005-09)


Daniel Alberto Passarella fue el primer entrenador elegido por José María en su segunda gestión. Su cargo duró casi dos años (el que más se mantuvo en esta década). Contó con el regresó de Ariel Arnaldo Ortega y le dio lugar en el primer equipo a Juan Pablo Carrizo, Augusto Fernández y a Gonzalo Higuaín. También, en cuatro encuentros oficiales, se mantuvo invicto frente a Boca con dos partidos ganados y dos empatados. Sin embargo, no pudo conseguir ningún título dirigiendo al club de Banda sangre (su mejor torneo fue el Apertura 2006, en el que terminó tercero con 39 puntos) y volvió a quedar eliminado en primera ronda de la Libertadores tras catorce años. Se despidió al día siguiente de la eliminación en semifinales, ante Arsenal por la Sudamericana.


Luego de una salida conflictiva de Estudiantes de La Plata, Diego Pablo Simeone asumió en enero de 2008. El Cholo quebró la racha de cuatro años sin vueltas olímpicas y ganó el Clausura. Lo negativo en ese primer semestre, fue la eliminación ante el San Lorenzo de Ramón Díaz de la Libertadores, jugando como local cuando ganaba por dos a cero, con dos hombres de más pero Gonzalo Bergessio apareció en dos oportunidades para que los de Núñez se despidieran del certamen continental. En junio, comenzaría una debacle que, hasta hoy, parece no tener fin. Primero, Simeone decidió marginar del plantel al Burrito (figura importante de la obtención del Clausura). En segundo lugar, un pésimo torneo Apertura que a la larga, terminaría con el primer último puesto del club en su historia. Por último, en la Sudamericana, la eliminación ante Chivas de Guadalajara y otra vez el karma del 2 a 0 que clasificaba al Millonario pero después de dos fallas defensivas, los mexicanos empataron y pasaron de ronda. Por lo que, el ex capitán de la selección Argentina se vio obligado a renunciar. A lo largo de todo el 2008 (incluido el torneo que ganó), se vio un equipo desordenado, con pocas ideas y fútbol y que en varias ocasiones, dependió de la pegada de Matías Abelairas en cada pelota parada.


Por último, Néstor Gorosito se hizo cargo del primer equipo. Por segunda vez, durante la segunda gestión de Aguilar, el equipo quedó nuevamente eliminado en primera ronda del máximo certamen internacional que se disputa en América y con un andar irregular en el torneo local, River mostró poco en juego y actitud y muchos errores defensivos. El principal defecto de Pipo, fueron las malas decisiones que tomó para realizar cambios en el equipo como por ejemplo, hacer ingresar a Cristian Fabbiani por Daniel Villalba, en el partido ante Gimnasia y Esgrima La Plata, en el Millonario podía liquidar de contraataque gracias a la velocidad de sus atacantes pero con el ingreso del Ogro, perdió peso ofensivo. El último domingo dirigió su último partido, en la derrota por 2 a 1 ante San Lorenzo, extendiendo a doce la racha de partidos en la que River no gana como visitante.

Matías Caruso

2 comentarios:

  1. Hola Ma77ías!
    Uf! Mal asunto. Sin confianza no se puede llevar a término un proyecto. Falta estabilidad, pero en el deporte profesional los resultados mandan.
    Saludos
    Sílvia

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  2. Buen post.
    Astrada abrochado.

    Y Dios dirá...

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