El Millo ganó, gustó y le faltó golear (lo mereció) para volver a ganar con la triple G.
En más de cien años de historia, River Plate practicó un fútbol exquisito basado en toques, lujos, gambetas, tacos, caños y goleadas que enamoraron a millones de personas no sólo en la Argentina sino en el mundo. Pero en el último lustro, ese juego que lo identificaba se esfumó. Por suerte, esta noche River volvió a jugar, a ganar como lo marcó siempre su historia.
En la noche del viernes y luego de perder ante Estudiantes de La Plata, el Millonario superó a Vélez Sársfield por 2 a 1 en el encuentro de la décimo séptima fecha del Torneo Clausura, disputado en el estadio Antonio Vespucio Liberti.
El Fortín se puso en ventaja a los ocho minutos con el tanto de Ricardo Álvarez. Paulo Ferrari en el prólogo del primer tiempo y Diego Buonanotte a siete del final le dieron el quinto triunfo del campeonato.
En el primer tiempo, los de Núñez se plantaron en el campo rival y dominaron las acciones. El equipo llegó al área con peligro en reiteradas ocasiones: un tiro de Cristian Villagra en el palo, un remate de Rogelio Gabriel Funes Mori que rosó el palo derecho, remates de Ariel Ortega, Mauro Díaz y Facundo Afranchino fueron las llegadas más importantes.
El juego y la presión que ejerció el equipo riverplatense no impidió que los dirigidos por Ricardo Gareca aprovecharan una contra y un error defensivo para ponerse en ventaja.
Sin embargo, los dirigidos por Ángel Cappa mantuvieron la calma y el juego que venían haciendo. Luego de una asistencia perfecta del Burrito, el Loncho entró por detrás del defensor velezano y definió suavemente por debajo del arquero Germán Montoya. Así, los de la Banda Roja se iban al descanso con el partido empatado.
La etapa final, comenzaba de la misma manera que la anterior. River ejerciendo un dominio terrenal y del balón. Pero llegando al primer cuarto del complemento, el equipo comenzó a ser impreciso en la salida. En tanto, Vélez se adelantó y comenzó a llegar al área riverplatense. El juvenil y autor del gol, Álvarez, fue su jugador más desequilibrante y tuvo un mano a mano que el arquero Vega logró tapar.
En los minutos finales y con el ingreso del Enano por Funes Mori, el millonario se animó un poco más. Hasta ese momento, sólo había tenido aproximaciones pero a diez del final, Buonanotte bajó con categoría un centro desde la izquierda de Villagra y fusiló al arquero del equipo de Liniers para poner el 2 a 1 (primer gol desde que volvió a jugar luego del accidente). A partir de allí, River manejó la pelota e impidió que su rival le llegara. De esta manera, River consiguió su quinto triunfo en el campeonato y le regaló una sonrisa a sus hinchas ya que volvió a tocar el juego que más les gusta.
Matías Caruso