Es increíble lo que genera la palabra elecciones en algunas personas y cómo estas pueden hacerlos cambiar en poco tiempo ya sea por diferentes intereses, por conveniencia, etc.
El domingo pasado, el diario Crítica publicó una nota en la que el candidato para presidente de River Plate en las elecciones del próximo 5 de diciembre, Daniel Alberto Passarella, criticó a José María Aguilar por la venta de algunos porcentajes de jugadores millonarios para terminar de pintar el estadio. Pero cuando la actual comisión directiva aprobó la venta de porcentajes de jugadores al club Locarno de Suiza, el Káiser (director técnico en ese momento) no salió en ningún momento a criticar esa decisión y además, acercó empresarios al club para que negocien.
Este hecho no es el primero sino que se suman a la discusión que tuvieron hace unas semanas Esteban Caselli y Carlos Ávila, las críticas de Rodolfo D´Onofrio y Antonio Caselli (los dos son miembros de la actual comisión directiva, también son candidatos a suceder al actual presidente del club y ninguno de los dos se opuso a las decisiones pasadas de Aguilar).
Lo que deja en claro quién es cada uno de ellos, cuáles son sus intereses y que lo que menos importa es River Plate. Sólo quieren llegar al club mintiéndoles a los socios con promesas que no van a cumplir como el regreso de jugadores que se encuentran en Europa y que tienen contratos millonarios o techar el Monumental cuando se acaba de cerrar el balance con un déficit de 41.000.000 de pesos.
Basta de jugar con el hincha de River que necesita de una buena vez una alegría, que quiere volver a ver a su equipo jugar al fútbol ganando, goleando y gustando, dando al menos, una vez por año una vuelta olímpica como la historia lo marca. Quien gane las elecciones que recupere a ese River, por favor.
Matías Caruso