El regreso más esperado

El Burrito vuelve al club antes de que finalizara su préstamo con el club mendocino. De esta manera, los hinchas del Millonario disfrutarán de él una vez más.

Ariel Arnaldo Ortega arregló su tercer regreso a River Plate luego de reunirse ayer por la tarde, con el presidente de la institución, José María Aguilar. De esta manera, descartó la posibilidad de retirarse del fútbol.

El burrito dejó de lado la propuesta que recibió del fútbol colombiano y los rumores sobre su retiro porque su amor hacia el millonario es más fuerte aunque, su deseo sea retirarse como el Beto o el Príncipe, y finalmente le comunicó al presidente que volverá a vestir el manto sagrado.

Para disfrutarlo, por lo menos en los entrenamientos hasta el mes de julio, los riverplatenses deberán esperar debido a las dos fechas de suspensión que recibió luego de la expulsión sufrida ante Quilmes en el Torneo Nacional B, se cumplirán este fin de semana. Por lo que, a partir del lunes podrá arreglar su desvinculación de Independiente Rivadavia de Mendoza, para así poder sumarse a las prácticas del primer equipo millonario y lograr una buena forma física para estar desde el arranque del Torneo Apertura 2009.

Fuente: MuyRiver
Será muy importante que Ariel regrese a los entrenamientos para que logre ponerse a punto en su forma física y que en este tiempo, consiga superar el problema de su adicción con el alcohol. Este mal persigue al ídolo desde hace unos años que le impide disfrutar de su vida junto a su familia y de jugar al fútbol. Por lo que, tanto sus compañeros, el cuerpo técnico y los dirigentes deben contenerlo cuando esté mal para que no vuelva a sufrir estos problemas, es decir, que no deben dejarlo sólo como hasta ahora.

El burrito es el último ídolo de la institución ya que con sus gambetas, sus enganches con los que dejó mal parados a varios de los defensores que enfrentó y muchos golazos (algunos de ellos importantes para ganar títulos) logró deleitar a los millones de hinchas millonarios que hay por el mundo.

Esperemos que el “Orteeeeega, Orteeeeega…” que, en estos últimos meses, funcionó como un grito de guerra que bajaba desde el tablón para pedir por la vuelta del ídolo, vuelva a convertirse en muchas ovaciones hacia el último ídolo riverplatense.

Matías Caruso