martes, 25 de mayo de 2010

Identidad riverplatense

River cumple hoy 109 años. A pesdar de la crisis que vive siempre se lo reconoció por su identidad futbolística gracias al buen juego y a la enorme cantidad de figuras que pasaron por el club.


Desde el comienzo de la humanidad, todo acto del ser humano tiene un sentido. Por ejemplo, hace 200 años Cornelio Saavedra y toda su junta formaron el primer gobierno patrio (ese fue un paso muy importante hacia la Independencia que, finalmente, llegaría el 9 de Julio de 1816).


Otro hecho es el de la fundación del Club Atlético River Plate que también fue un 25 de mayo pero de 1901. El Millonario que nació de la fusión de La Rosales y Santa Rosa también tenía un objetivo, el de ser un club grande, una institución ejemplo para las demás. De hecho, uno de sus fundadores y primer presidente de la entidad, Leopoldo Bard, dijo que había que poner nuestra fe en la grandeza de un club que ve la luz el mismo día que nació la patria: 25 de Mayo". Sin dudas, Leopoldo quería que las personas confiaran en su proyecto.


En los primeros años, River creció lentamente: en 1908 consiguió el ascenso a la máxima categoría del Fútbol Argentino y en 1920 su primer y único campeonato de la era amateur. Cabe destacar que en esa etapa del fútbol, los de la Banda Roja cambiaron varias veces la localía: de tener el estadio en la Dársena Sur (hasta 1908 pero volvió en 1912 y finalmente fue desalojado un año más tarde por el Jefe de Movimientos del Puerto), en Sarandí (entre 1909 y 1912). En 1915, volvió a La Boca donde construyó un estadio en la manzana delimitada por las calles Pinzón, Caboto, Aristóbulo del Valle y Pedro de Mendoza, hasta 1923, donde se tuvo que mudar a su nueva cancha en Alvear y Tagle.


A partir del comienzo del profesionalismo en 1931, River crecería a pasos agigantados gracias a la identidad que adoptó. El club llamó la atención de varios al contratar a Carlos Peucelle y Bernabé Ferreyra en valores inusuales en ese tiempo. Gracias a estos dos jugadores se alcanzó el primer campeonato. Luego llegaron más campeonatos e incorporaciones como la de Renato Cesarini, José María Minella, Juan Carlos Muñoz más las apariciones de José Manuel Moreno y de Ángel Labruna. Algunos de estos jugadores, fueron integrantes de la mejor delantera del fútbol Nacional apodada como La Máquina, que nació luego de golear a Boca Juniors por 5 a 1 en 1941.

Fuente: La Página Millonaria

Siete años más tarde del primer título y para la misma fecha de su fundación, el club inauguró el estadio Monumental en el barrio de Núñez.


La idea del club entonces era muy clara: incorporar jugadores de jerarquía y rodearlos de jóvenes promesas, realizar un juego vistoso y ofensivo que enamorara a los hinchas. De esta manera, el ahora equipo de Núñez consiguió 12 títulos en 26 años.


Con el título de 1957 (y su primer tricampeonato), el conjunto riverplatense inició su etapa más negra en cuanto a títulos. Sin embargo, nunca cambió su estilo. De hecho, Carlos Lancioni (acompañante de fórmula de Mariano Mera Figueroa durante las últimas elecciones en River) afirmó, en una entrevista que se publicó hace casi un año, que en esos 18 años íbamos a la cancha y veíamos un equipo que jugaba al fútbol”. La institución millonaria continuó con la misma política: jugadores como José Ramos Delgado, Delem, Vladislao Cap y Luis Artime llegaron al club para compartir equipo con los surgidos del semillero riverplatense como Oscar Más, Amadeo Carrizo, los hermanos Ermindo y Daniel Onega, entre otros.


En 1972, con la llegada de Didí a la dirección técnica del primer equipo habría una renovación casi total del plantel para darles lugar a nuevos jóvenes que asomaban del rico semillero riverplatense como Norberto Alonso, Juan José López, Reinaldo Carlos Merlo y Carlos Morete. El nuevo entrenador sabía a qué club dirigiría y así lo expresó en una frase: "cada hincha tiene sus cosas, ¿no? Bien: el hincha de River siempre prefiere el fútbol con alegría". Palabras que transmitió y que se encargó de plasmarlo en cada partido pero por cosas del destino, no pudo ser campeón.


Sin embargo, se mantuvo la base de ese muy buen equipo y tres años más tarde, con la vuelta de Ángel Labruna como entrenador más las incorporaciones de jugadores de experiencia como Roberto Perfumo, Ubaldo Matildo Fillol, Pedro González, Daniel Passarella, Héctor Ártico y Miguel Raimondo se formó un gran equipo que pondría fin a la sequía. Sin embargo, los jugadores anteriormente nombrados no pudieron consagrase campeones dentro de la cancha por una huelga de profesionales. Entonces, el club presentó un equipo de juveniles que lograron ganarle a Argentinos Juniors por 1 a 0 con gol de Rubén Bruno. De esta manera, se volvía al éxito y se obtenían siete títulos en seis años.


Luego de la mala campaña del ´83, River Plate optó por formar un equipo con muchos jugadores experimentados con carácter y de buen pie. El ya ídolo Beto Alonso recomendó un jugador joven que se encontraba en Uruguay, era el flaco Enzo Francescoli que ya sabía lo que significaba la institución. Cuando llegó al club afirmó: "Yo quiero jugar en River, es una gran oportunidad para mí. Y espero no desaprovecharla. Todos saben el nombre que tiene River internacionalmente. Y yo sé que se trata de un club elegante, cuya hinchada admite únicamente al que sabe jugar, que tiene un estilo definido, que siempre se destaca por su buen fútbol. Por eso me tengo fe. Creo que mi estilo andaría bien en River Plate".


El Príncipe no estaba equivocado pese a su flojo arranque. En solo tres años se había ganado el cariño de los hinchas, fue goleador de la temporada 85/86 en la que fue campeón. Pero no pudo jugar la Copa Libertadores, torneo que River ganaría ese mismo año.


Una década más tarde, el Enzo conquistaría ese trofeo con muchos compañeros surgidos del semillero como Ariel Ortega, Marcelo Gallardo, Hernán Crespo, Leonardo Astrada, Matías Almeyda, fueron algunos. En ese año 96 y en el siguiente, además, se lograron el tercer tricampeonato y la Supercopa.


Después de pasar un año de transición, la inagotable cantera millonaria seguía produciendo grandes talentos como Javier Saviola y Pablo Aimar. Sumados a otros juveniles como Guillermo Pereyra, Damián Álvarez y un joven que llegaba desde Colombia como Juan Pablo Ángel conquistaron el Apertura ´99 regalándoles a los hinchas millonarios hermosas tardes de fútbol.


Con el correr de los años y ya entrados en el nuevo milenio, surgieron del semillero Andrés D´Alessandro, Fernando Cavenaghi, Martín Demichelis, Javier Mascherano, Juan Pablo Carrizo… ¿Se imaginan un equipo con esa columna vertebral?


En diciembre de 2001, ganó las elecciones presidenciales José María Aguilar, un personaje que a la larga sería el gran responsable del mal presente.


Con la obtención del Clausura 2002 y dejando una base muy buena, el nuevo titular de la institución decidió no renovarle el contrato a Ramón Díaz y despidió a Delem (descubridor de talentos y formador de las inferiores) para cambiar “el rumbo porque sería bueno salir de la órbita de entrenadores con historia en el club”.


¿El resultado? Llevar al club de Núñez a una profunda crisis económica, contratar a muchos jugadores de los denominados “falopa” y a desprestigiar la imagen ganadora y de club serio que tenía River.


Solamente él y cada dirigente que lo acompañó sabrán el porqué de ese cambio de mentalidad y de fórmula ganadora en el club, las que a lo largo de la historia le dieron a los de la banda roja una identidad, una forma de jugar y de manejarse que lo hizo el más grande.




Matías Caruso

domingo, 16 de mayo de 2010

El futuro de River

Con la derrota ante Tigre y en medio de problemas económicos, River tiene que comenzar a trabajar para no sufrir en el próximo año.


Después de la histórica derrota ante Tigre en el estadio Antonio Vespucio Liberti por la última fecha del Torneo Clausura, River Plate deberá comenzar a trabajar en lo que será el año más difícil desde que está en la Primera División del Fútbol Argentino. ¿Por qué? Porque el equipo riverplatense arrancará la temporada 2010/11 último en la tabla de los promedios del descenso (sin contar a los equipos ascendidos).


Cuando la situación parecía haber cambiado con la llegada del director técnico Ángel Cappa (3 PG y 1 PP) puesto que, el equipo proponía buen juego y había conseguido sumar nueve puntos de doce, ayer por la noche el equipo de Victoria le dio una cachetada inolvidable al hacerle cinco goles en el Monumental. Lo que sin dudas, es un serio llamado de atención para todo el club, tanto dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y hasta los propios hinchas.


Si bien, el balance que se puede hacer de estos cinco primeros partidos de Cappa en el banco es bueno (no solo por haber conseguido tres victorias sino porque se intentó ganar jugando al fútbol y salir a buscar los partidos), no caben dudas de que solo esto no alcanza si el equipo de Núñez quiere escaparle al temido descenso. River tendrá que aprovechar al máximo el tiempo para armar un equipo competitivo desde hoy hasta el mes de agosto, cuando comience el Torneo Apertura; trabajar en los errores de definición y defensivos y en preparar psicológicamente a los jugadores para que no decaigan ante la adversidad (algo que ocurrió con frecuencia en este último tiempo).


Ya es conocida la devastación que sufrió el club en esta última década, no sólo en lo económico sino en lo futbolístico. La que sin dudas, lleva a River a tener que arrancar un campeonato pensando en escaparle al descenso. Esto hace que el futuro sea muy preocupante. Debido a que, para traer los refuerzos de jerarquía que se necesitan para luchar por el campeonato (no se puede afrontar este momento sólo con jóvenes que están dando sus primeros pasos en el fútbol profesional que, por cierto, tienen un enorme futuro), se necesita mucha plata, la que hoy River no tiene a pesar de ser conocido como el Millonario.


Hasta el momento, ningún grupo económico quiere invertir en River y los refuerzos que se tienen en carpeta se caen de a uno lo que complica aún más el futuro, el que deberá construirse desde hoy para no agregar otra mancha a la rica historia riverplatense.

Matías Caruso

jueves, 13 de mayo de 2010

Almeyda y Gallardo: Uno sigue; el otro, no

Los dos jugadores históricos hablaron sobre su continuidad en el equipo Millonario. El volante seguirá por seis meses pero el enganche dejará el club una vez que finalice el campeonato.


Matías Jesús Almeyda y Marcelo Gallardo anunciaron, este mediodía, cuál será su futuro en Conferencia de Prensa. El León dijo que seguirá seis meses más en River Plate; en tanto, el Muñeco confirmó que el domingo contra Tigre “será su último partido en el club”.


Finalmente, ambos jugadores hablaron sobre su continuidad en el club de Núñez y dejaron en claro su futuro. Por un lado, Almeyda seguirá vistiendo el Manto Sagrado por seis meses y en diciembre, decidirá si continúa jugando o se retira. Por otro lado, Gallardo anunció que no seguirá en River y que contra el equipo de Victoria jugará su último partido.

Fuente: Rivermillonarios

El jugador aseguró que hace dos meses, viene evaluando la posibilidad de que su “ciclo en River finalice” y que ya ha cumplido una etapa con esta camiseta.


Emocionado, Gallardo dijo que el domingo va a tener kla posibilidad de jugar su último partido, lo llena de “angustia” pensar que “he vivido muchísimos años en el club que me he ido dos veces, que he vuelto y que hoy se que he cumplido mi ciclo con esta camiseta”.


El Muñeco regresó a principios de 2009 pero no pudo jugar seguido debido a varias lesiones que lo tiene a maltraer. Sus partidos más recordados son los empates ante Boca Juniors en el Superclásico en los Torneos Clausura y Apertura del 2009 (en los que marcó un gol en cada encuentro de tiro libre) y el triunfo ante Arsenal de Sarandí por 3 a 1 en el primer semestre del año pasado.

Matías Caruso

domingo, 9 de mayo de 2010

De la mano de Funes Mori

El Millonario frenó las cuatro victorias consecutivas de la Academia y volvió a ganar en el Cilindro después de seis años.


Ayer por la noche, River Plate le ganó a Racing Club por 3 a 0 en el anteúltimo partido del Torneo Clausura, jugado en el estadio Juan Domingo Perón. En los primeros veinticinco minutos del primer tiempo, Rogelio Gabriel Funes Mori anotó los tres goles millonarios.


A diferencia del partido pasado, el equipo de Núñez ganó gracias a la contundencia mostrada en los cuarenta y cinco iniciales y a que no perdonó los errores de la defensa rival. En el clásico más antiguo del fútbol argentino, los riverplatenses volvieron a ganarle a los de Avellaneda como visitante después de seis años.


Los de Avellaneda arrancaron el encuentro con la tenencia del balón y más adelantados en el campo pero en el ataque, el goleador Claudio Bieler no andaba fino: un remate desde afuera que se fue por encima del travesaño, Daniel Vega le sacó un mano a mano con el pié y luego de recibir un rebote tras un disparo de Matías Cahais que pegó en el poste derecho, el balón se fue por el fondo.

Fuente: Olé

La suerte no estaba del lado de Racing pero sí de River. En apenas tres llegadas en menos veinticinco minutos, Funes Mori marcó sus primeros tres goles en el campeonato. El primero, a los dos minutos el equipo riverplatense atacó por la derecha y luego de un centro justo de Facundo Affranchino, el mendocino cabeceó la pelota para poner arriba a los millonarios. A los 16´, el fondo del equipo blanquiceleste se equivocó en la salida, Funes Mori tomó la pelota, gambeteó al arquero y definió para el 2 a 0. El tercero, llegó ocho minutos más tarde: la jugada nació con una supuesta plancha de Alexis Ferrero, que recuperó el balón en el área millonaria. El jugador tocó para Ariel Ortega que avanzó por la banda derecha y el Burrito tocó para Paulo Ferrari que definió por encima del arquero Jorge De Olivera y, otra vez, apareció Funes Mori para empujar la pelota de cabeza y anotar el tercero de su cuenta personal y del equipo de la Banda Roja.


A partir de allí, Racing dejó de atacar con peligro y los caminos hacia el área rival comenzaron a complicarse. Su figura Sebastián Grazzini no lograba manejar la pelota y a Pablo Lugüercio se le complicaba para desbordar.


En el segundo tiempo, la Academia intentó con remates desde fuera del área y por centros que, en su mayoría, fueron rechazados por la defensa millonaria. Mientras tanto, River no se desesperaba y cuando podía manejaba la pelota.


Lo más importante de la segunda parte llegó sobre el final: Matías Almeyda se que expulsado por segunda vez en el campeonato a los 37 minutos y los dirigidos por Ángel Cappa, pudieron aumentar su ventaja con un remate que falló el goleador del partido luego de una buena jugada y después, con un remate que se fue cerca del palo izquierdo de Diego Buonanotte.


De esta manera, River consiguió su segundo triunfo como visitante en el campeonato y continúa sumando puntos para no arrancar muy complicado en los promedios del descenso la temporada 2010/11.



Matías Caruso