viernes, 24 de abril de 2009

Crónica de una eliminación anunciada

El millonario sufrió otra derrota dolorosa y quedó eliminado de la Libertadores. De esta manera, durante la era Aguilar, River cierra una etapa con muchos fracasos a nivel internacional.

River Plate parece no aprender de los errores del pasado. Esta fue una de las constantes desde diciembre de 2001 cuando asumiera José María Aguilar. A través de su discurso y con afiches para candidatearse, logró ganar aquellas elecciones. Ningún hincha de River ni el más pesimista, podría esperarse ocho años llenos de frustraciones.

La eliminación de ayer fue una de esas tantas humillaciones. Esta vez, Nacional de Paraguay, ya eliminado de la Copa Libertadores de América 2009, lo apabulló por 4 a 2. Nuevamente, el club de la banda roja le dio su partido de gloria a un equipo inferior, así como sucediera en el 2003 y 2007, por nombrar algunas. Esta clase de equipos le perdió el respeto a nuestra institución ya que se animan a jugarnos de igual a igual hasta en el Monumental consiguiendo, a veces, resultados heroicos.

Fuente: Infobae
Lo ocurrido ayer no debería sorprender, por lo menos, a los que conocen la situación del club ya que, no es un hecho casual sino que hay muchos responsables de acuerdo, al momento por el cual atraviesa nuestro club en esta última década. Desde, los jugadores hasta el presidente. Los primeros, a su vez, acompañados por quien los dirige son los que tienen el deber de ganar los partidos de cada semana. El último, junto a toda la comisión directiva, son los que deben llevar adelante al club en el aspecto institucional. Por lo que se puede afirmar, que toda la pirámide que forma parte del club hace las cosas mal.

Los negociados turbios de los dirigentes como la venta de porcentajes de juveniles para cerrar el balance positivamente, comparar al club con Aruba, no saber manejar a la barra brava y pagarle a un periodista para que hable bien de su gestión sumergieron a River en la peor crisis institucional a lo largo de su historia. Esto sumado a los pobrísimos resultados deportivos, en los que el club obtuvo cuatro títulos de 32 disputados, acrecentó aún más la crisis.

Hasta esta última década, el hábito riverplatense era ser campeón; hoy, cuesta horrores poder obtener un título. Ir a ver al millo era presenciar un partido con grandes jugadores defendiendo nuestro manto sagrado como se lo merece y dando espectáculo futbolístico para la hinchada; hoy, es un sufrimiento verlo jugar ya que nuestros jugadores además de cometer errores infantiles, no pueden dar dos pases seguidos. Era común ver a grandes jugadores defender nuestros colores puesto que, para ellos era un honor jugar en el club; hoy, quienes la defienden, llevan puesta una camiseta que pesa 10 toneladas por lo que, no soportan tanta responsabilidad ya que no están a la altura de lo que representa el club. Las inferiores parecían ser inagotables ya que surgían de ellas grandes futbolistas; hoy, el semillero se agotó.

River tiene que recuperar la gloria, el respeto que imponía al entrar a un estadio. Para esto, es necesario un cambio urgente. En base a trabajo, esfuerzo, compromiso, honestidad y mucho amor propio el millonario deberá revertir su pálida imagen tanto deportiva como institucionalmente. Si las personas que ocupan distintos cargos no lo pueden hacer, es preferible que le den lugar a gente joven y capaz para que pueda hacerlo para que entre todos ellos recuperen nuestros años de gloria.
Matías Caruso

lunes, 20 de abril de 2009

El que no arriesga, no gana

El millonario igualó con Boca en el superclásico 1 a 1. Si bien, el partido pudo terminar con victoria del equipo de los dirigidos por Gorosito, el equipo no jugó bien. De esta manera, River dejó pasar el primer partido importante de la semana.

Bronca. Esa es la sensación que tenemos los hinchas de River luego del empate en el superclásico. A pesar de haber hecho muy poco, nos podríamos haber llevado un triunfo de esa cancha después de casi cinco años. Evidentemente, haber nacido futbolísticamente en el club al cual dirigís, no te garantiza conocer la historia de esa institución. Ese es el caso de Néstor Gorosito.

Me interesaría remarcar la sensación de bronca. River no jugó bien ya que Boca tuvo, en gran parte del partido la pelota; Cristian Fabbiani y Radamel Falcao García aparecieron poco y nada porque los delanteros estaban muy lejos de Marcelo Gallardo y compañía por lo que, era imposible que se asociaran. Aunque, los dirigidos por Carlos Ischia no supieron como lastimar a su rival más allá del gol y de alguna otra jugada aislada, siempre terminó tirándole centros a Martín Palermo que descolgó Daniel Vega. Si bien en los primeros minutos de la segunda parte, los de la banda roja arrancaron mejor ya que consiguieron adelantarse en el campo y también, poseer más el balón, llegó el inesperado gol de Boca. Unos minutos más tarde, el Muñeco igualaría el partido tras ejecutar de manera brillante un tiro libre directo desde la puerta del área.

Lo que más preocupa es el amarretismo y la especulación con la que Gorosito planteó el partido. En primer lugar, Pipo tiene que saber que está dirigiendo a un grande por lo que no puede salir a empatar un encuentro tan importante como el de ayer. River está obligado a salir a ganar cada partido que disputa tanto en el ámbito nacional como internacional. Ayer, el equipo generó poco peligro y, salvo Marcelo, los jugadores de arriba casi no tocaron la pelota.

Luego del empate del millo, Falcao tuvo una oportunidad de gol (la única que tuvo en todo el partido) mano a mano contra Roberto Abbondanzieri que, increíblemente, desperdició. Minutos después sucedió algo inexplicable: el técnico sacó al Muñeco para poner a Matías Abelairas y así, armar una línea en el mediocampo con tres volantes con características más defensivas que de ataque como el ingresante Abelairas, Nicolás Domingo y Oscar Ahumada. Por lo que, Diego Buonanotte era el único encargado de generar fútbol aunque, en el campo estaba Mauro Rosales que cada vez que juega, parece un jugador contrario.

La situación desperdiciada por el Tigre lo tendría que haber despertado, avivado al entrenador de que el partido se podía ganar a pesar de que el equipo no estuviese jugando bien. Pero para él, era más importante sumar un punto que tres.
Ahora, ¿el próximo jueves, piensa hacer el mismo planteo contra Nacional en Paraguay? Habría que recordarle que el conjunto de Núñez está obligado a ganar ya que, de no conseguir los tres puntos, quedaría eliminado por segunda vez en los últimos tres años en la fase de grupos de la Copa Libertadores de América.
Antes de viajar a Paraguay, Pipo Gorosito debería ver algunos videos sobre la historia riverplatense para evitar cometer estos errores y aprender que si no arriesga, no va a ganar.
Matías Caruso

martes, 14 de abril de 2009

El semestre, en una semana

El millonario jugará en tan sólo cuatro días dos partidos que decidirán gran parte de su destino para el primer semestre del año. El equipo no llega de la mejor manera por lo que, deberá trabajar muy duro durante la semana.

River Plate se juega gran parte del primer semestre del 2009. Solamente en cuatro días, deberá derrotar primero, a Boca Juniors el próximo domingo 19 de abril por la décima fecha el Torneo Clausura 2009 y luego, a Nacional de Paraguay el jueves 23 del mismo mes por la 5ta fecha del Grupo 3 de la Copa Libertadores para seguir con vida en ambas competiciones.
Fuente: A puro gol

El conjunto riverplatense sigue con chances matemáticas en las dos competiciones en las cuales participa. Pero de perder en el torneo doméstico ante su máximo rival se alejaría de los primeros lugares y con respecto al torneo continental, podría quedar eliminado si no derrota a los paraguayos.
Teniendo en cuenta estos dos partidos decisivos que deberá disputar el conjunto de Gorosito, lo más preocupante es el bajo nivel futbolístico del conjunto dirigido por Gorosito. Los errores defensivos parecen no tener fin, falta de creación de buen fútbol y en consecuencia, el bajo promedio de gol por partido hacen que haya más dudas que certezas con respecto al futuro enambos torneos.

Cueste lo que cueste.
La primera final será el domingo cuando visite a su eterno rival en el estadio Alberto J. Armando, por el Clausura. Será el 184 to enfrentamiento entre los dos por torneos locales, donde los de la rivera aventajan a los millonarios en 6 partidos. En ese estadio, River no gana desde el Clausura 2004, cuando con un gol de Fernando Cavenaghi derrotara a los de la rivera por 1 a 0. Desde aquel 14 de mayo, pasaron casi 5 años en los que el millonario no pudo obtener otra victoria ya que empató y perdió en 2 oportunidades.
Por lo que, es fundamental que el conjunto de Núñez obtenga una victoria para seguir con chances en el campeonato y para volver a festejar en la cancha de Boca ya que, de no ser así, los de la banda quedarían muy lejos de los primeros lugares. Para que esto sea una realidad, habrá que trabajar mucho durante estos días para acabar con las fallas defensivas (que son una constante en cada partido) para que, de esta manera los delanteros de Boca no tengan las ventajas que otorga el fondo millonario. En principio, Danilo Gerlo acompañaría a Nicolás Sánchez en la defensa ya que Gustavo Cabral y Facundo Quiroga están lesionados. Además, Oscar Ahumada deberá impedir que Juan Román Riquelme se haga dueño de la pelota y asista a los delanteros. En el ataque, será importante lo que puedan hacer Cristian Fabbiani y Marcelo Gallardo para tener la pelota y luego, generar fútbol para abastecer a Radamel Falcao García, el goleador millonario en el Clausura con cuatro tantos.
El día se aproxima y no queda demasiado tiempo como para trabajar, así que se deberá poner mucha atención en los trabajos que se realicen durante estos días para que, de esta manera, se pueda cortar la racha negativa ante los primos.

Sólo sirve ganar.
La segunda final, será cuatro días más tarde al primer superclásico del año, cuando los dirigidos por Gorosito visiten a Nacional de Paraguay por la Copa Libertadores. Al millonario no le queda otra que ganar ya que de no ser así, quedaría eliminado por segunda vez en tres años, en la primera fase.
River sólo tiene cuatro puntos en el Grupo 3 y se ubica en la tercera posición. El segundo, Universidad San Martín de Perú, está a tres puntos y debe enfrentar al líder Nacional de Uruguay por lo que, los de la banda roja deben ganar para no tener que depender de nadie y así llegar al último partido de la segunda fase con chances de clasificar. Ese encuentro, sería ante el equipo peruano en el estadio Antonio V. Liberti.
River tiene que ser un equipo muy inteligente si quiere ganar estos partidos trantando de capitalizar los errores de sus rivales, apoderarse de la pelota para que ellos no puedan llevar a cabo su juego y no equivocarse. Además, será muy importante, en lo anímico, el resultado del domingo para afrontar el encuentro del próximo jueves y así evitar otra semana trágica como lo ocurrido en los primeros días del mes de mayo del 2008.
Matías Caruso

martes, 7 de abril de 2009

Por siempre Matador

El último ídolo extranjero de River Plate decidió ponerle punto final a su carrera como futbolista. El Matador fue una de las grandes figuras del equipo en el 1996/97.

El próximo 2 de junio, José Marcelo Salas le dirá adiós al fútbol cuando dispute su partido despedida, junto a sus amigos futbolísticos chilenos y extranjeros, en el Estadio Nacional de Chile. El ex delantero de River tomó esta decisión debido a los problemas físicos que tiene desde hace unos años.
Luego de 15 años de carrera, donde arrancó en la Universidad de Chile y logró dos títulos nacionales (1994 y 1995), además se ganó el apodo de Matador por su sangre fría a la hora de definir. Luego de la eliminación de la U a manos de River Plate en las semifinales de la Copa Libertadores 1996, ambos clubes negociaron su pase y el club millonario lo compró por 2 millones de dólares ganándole la pulseada por el pase del chileno a Boca Juniors. Pero el máximo rival de los millonarios no desaparecería de la vida del chileno ya que éste sería su primera víctima en el fútbol argentino.
Al chileno le quedaba más camino por recorrer y obviamente, más goles por gritar. Fue por la decimo octava fecha del Torneo Apertura 1996, donde el Fenómeno tuvo su primer día de gloria con el conjunto de Núñez. Con el triunfo, el millonario lograría su 25ma corona a nivel nacional pero Vélez Sársfield le complicaba el trámite. Además, Enzo Francescoli se lesionó en el segundo tiempo por lo que, hasta ese momento, había que esperar hasta la última fecha. Pero la solución se encontraba en el banco de suplentes y era el reemplazante del Príncipe. Se trataba del chileno, que a partir de ese partido comenzó a ponerse el traje de salvador, logrando convertir goles importantes como esos dos goles ante el fortín para gritar por primera vez campeón con el millonario.
Aún no todo había finalizado por lo que Salas debía superarse tras la obtención del Apertura argentino. El 97, sería mejor que el año anterior ya que junto a Francescoli, Roberto Monserrat, Sergio Berti, Santiago Solari, Juan Pablo Sorín, entre otros, conquistaría tres títulos más: Torneo Clausura y Apertura 1997 y la Supercopa del mismo año (hasta ese año, era el único título que faltaba en las vitrinas del millonario). Fue el 17 de diciembre cuando River enfrentó al Sao Paulo de Brasil en la final y logró derrotarlo por 2 a 1, con dos goles del Fenómeno. Pero River y Salas no tenían respiro ya que cuatro días más tarde, el conjunto de Núñez debía visitar a Argentinos Juniors, por la última fecha, en busca de su tercer Tricampeonato. Los dirigidos por Ramón Díaz lograron empatar con los Bichos colorados otra vez, con un gol marcado por el chileno. De esta manera el matador cerraba su mejor año, marcando un total, en esas dos temporadas, de 31 goles. El chileno afirmó que "el equipo de River de 1996 fue el mejor en que jugué. Todos éramos seleccionados, había dos por puesto. Todas estrellas".
Luego del Mundial de Francia 1998, donde con la Selección de Chile llegó hasta los Octavos de Final marcando cuatro goles en la misma cantidad de partidos jugados, fue transferido al S.S. Lazio de Italia. En el conjunto romano conquistó la Supercopa Italiana (1998) y en el 2000, el Scudetto, la Copa Italia y la Supercopa Italiana marcando un total de 48 goles en 117 partidos. Al año siguiente, fue transferido a la Juventus donde se desempeñaría hasta el 2003, obteniendo los Scudettos 2002 y 2003 con la Supercopa Italiana del mismo año.
Fuente: La Página Millonaria
En el 2003, regresaría a River. Su vuelta no tuvo el éxito de su primera etapa a pesar de haber obtenido el Torneo Clausura 2004, ya que las lesiones en su rodilla lo tuvieron a mal traer y además, no pudo ganar la Copa Sudamericana de dicho año tras perder en la final contra el Cienciano de Perú y además, quedar eliminado dos años consecutivos en las semifinales de la Libertadores a manos de Boca Juniors y del Sao Paulo. Luego de esta última eliminación a mediados de 2005, regresaría a la Universidad de Chile donde jugaría su último partido oficial el 28 de noviembre de 2008.
De esta manera, uno de los mejores jugadores que dio el fútbol latinoamericano de los últimos años, un verdadero ganador con los 16 títulos que obtuvo a lo largo de su carrera, siendo campeón en todos los clubes en los que jugó, el máximo goleador con 37 tantos en la selección chilena y con un récord de 248 goles en 523 partidos disputados se retira de las canchas el Matador Salas que hará descansar las gargantas de todos sus fanáticos pero que, seguramente, quedará en el recuerdo de todo aquel que disfrutó de sus goles. Gracias por todo, Matador!
Matías Caruso

miércoles, 1 de abril de 2009

El semillero perdido

Las inferiores del millonario han sido cuna de grandes futbolistas pero en los últimos años, dejaron de surgir los jóvenes talentosos. ¿De quién es la culpa?

Desde sus orígenes, han surgido grandes futbolistas de las inferiores de River Plate que, además, aportaron su grano de arena para que el club sea uno de los equipos más importantes del mundo. Con el sello de la institución, el buen juego, los chicos aprendieron a dar su vida por la camiseta dejando lo mejor de ellos dentro del campo de juego. En la actualidad, este tipo de jugadores parece estar en extinción ya que, los pocos que brotan de las mismas, desaparecen del club en un abrir y cerrar de ojos.
Fuente: Sitio Oficial del Club Atlético River Plate
Se sabe que en los campos argentinos, si se planta una semilla algo brotará. Esto ocurría, hasta no hace mucho, pasaba en las inferiores del club de Núñez. Ejemplos sobran: Juan Pablo Carrizo, Martín Demichelis, Fernando Cavenaghi, Javier Mascherano, Andrés D´Alessandro por nombrar algunos. Cabe aclarar que tres de ellos son titulares de la Selección Argentina.
También el club de la banda roja ha conquistado su segunda Copa Libertadores con muchos jugadores surgidos del club como Ariel Ortega (tuvo un gran nivel en ese torneo), Hernán Crespo, Matías Almeyda, Leonardo Astrada, Marcelo Gallardo, Joaquín Irigoytía y Facundo Villalba. Muchos de ellos fueron titulares y en muchos casos, determinantes en los partidos de esa competencia.
Anteriormente, se habló sobre los casos de Ángel Labruna y Norberto Alonso que también, se formaron en el club de sus amores. Otros jugadores que se iniciaron en el club fueron Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno que junto a Labruna integraron la recordad delantera apodada La Máquina; Alfredo Di Stéfano que figura en el top 5 de los mejores futbolistas del siglo XX, Enrique Omar Sívori, Walter Gómez, Néstor Raúl Rossi, Oscar Más, Juan José López y Reinaldo Merlo.
Actualmente, el millonario no se puede dar el lujo de formar, como en otros tiempos, un plantel con mayoría de jugadores surgidos del club ya que el nivel de ellos no es bueno y por eso, tiene que salir a comprarle a otros clubes, jugadores en los que hay una gran expectativa por lo que pueden llegar a rendir (algunos casos son los de Juan Marcelo Ojeda, Marco Ruben, Gustavo Oberman, Andrés San Martín, Diego Galván y la lista de nombres podría continuar). Pero finalmente, terminan fracasando y los hinchas esperando ansiosamente cada mercado de pase para que llegue una oferta y se vayan. Si bien, esas ofertas llegan no piden a esos jugadores sino a los pocos pibes surgidos del club y muchas veces, por el deseo de jugar en Europa más los altos contratos que firman, terminan emigrando hacia el Viejo Continente como sucedió con Gonzalo Higuaín.
Fuente: Clarín Web
Cabe aclarar que el decaimiento del nivel de las inferiores del Millonario no es una casualidad sino que tiene como máximo responsable al actual presidente de la institución: José María Aguilar. Luego de asumir en diciembre de 2001, Aguilar dejó sin trabajo al brasileño Vladem Lázaro Ruiz Quevedo, "Delem", quien hasta ese momento estaba a cargo de las inferiores, en las que detectaba talentos y quien fuese el descubridor de Javier Saviola, Pablo Aimar, Santiago Solari, Mascherano, Crespo, Nicolás Domingo, Radamel Falcao García, Augusto Fernández y Gallardo. "Cuando me fui, nadie fue capaz de venir a hablar conmigo, ni siquiera eso. Hay gente muy mala, sin códigos. Yo hice bien mi trabajo y también ayudé para que el club gane mucha plata. Y que me paguen así me genera un poco de rechazo. Pero no le guardo rencor a nadie", declaró el brasileño. Además, agregó que "antes de las elecciones todos hicieron propaganda de si ganaban me iban a llevar. Pero justo ganó el que no me quiere”.
Es sabido que el momento institucional y futbolístico de River no es el mejor ya que el actual presidente hace destrozos en el club con operaciones económicas dudosas, contratando entrenadores y jugadores que no están a la altura del club. Por lo que, sería muy importante que el club millonario, para alcanzar la gloria (tanto deportiva como económica) que supo conseguir durante gran parte de su historia, vuelva a recuperar su semillero, que hoy está perdido.
Matías Caruso