La dictadura de Aguilar

Tanto el presidente y su comisión directiva como los barras bravas se manejan con total impunidad dentro del club. ¿La justicia cuando va a actuar?

La causa por la pelea en los quinchos entre los Borrachos del Tablón aquel 11 de febrero de 2007 podría quedar proscripta puesto que no fue llevada a juicio 24 meses después del llamado a indagatoria según el Código Procesal. Pero si Alan Schlenker y Adrián Rousseau cometen nuevamente un delito la proscripción se interrumpiría.

Pasaron dos años de este caso en el que en el medio hubieron otros enfrentamientos y un asesinato, el de Martín Gonzalo Acro el 7 de agosto del mismo año, y todavía no hay un culpable. La Justicia argentina no logra obtener datos concretos para resolver la investigación de dichos casos.

Según la publicación de elojodigital en los que estaría involucrado el actual presidente de River, José María Aguilar y sus secuaces de la comisión directiva, demuestra la mafia que existe dentro del club millonario.

No existe nadie que los frene. Actúan como dictadores ya que no permiten la libertad de expresión como por ejemplo, se vio en el último encuentro que el Millonario disputó como local ante Lanús, en el que los hinchas se manifestaron en contra del presidente pero fueron expulsados por la Policía Federal. En estas situaciones de protesta, los barras se llaman a silencio y nunca critican a los de arriba sino que son los hinchas de corazón, de verdad quienes pagan su entrada cada domingo para seguir al club que aman. Además, en casos como el de la pelea entre los barras, papelones futbolísticos el presidente nunca sale a dar la cara.

¿Qué relación existe entre Aguilar y el Ministro de Justicia Aníbal Fernández? ¿Habrá intereses ocultos detrás de todo esto? Son algunos interrogantes que surgen a partir de la falta de respuestas por parte de las autoridades judiciales ante este hecho.

Éstos están a la vista por lo que falta que la Justicia ponga manos a la obra para investigar a los directivos y a los barras correctamente para acabar con esta crisis institucional que afecta al club desde hace varios años y también, ponerle punto final a esta dictadura.

Matías Caruso